El picor en la zona íntima puede ser extremadamente incómodo y perturbador, especialmente si no sabes cómo aliviar los síntomas y esto afecta tu sueño. Tener una noche de descanso adecuada es crucial, así que, si la irritación y el malestar te impiden dormir, aquí tienes algunas recomendaciones que puedes seguir para aliviar el picor vulvar durante la noche:
Opta por ropa interior de algodón ecológico
Aunque la lencería de encaje puede ser atractiva, la ropa interior hecha de materiales sintéticos a menudo irrita la piel sensible y puede provocar picazón en la vulva. Elige ropa interior de algodón ecológico, que es suave y permite que tu piel respire más fácilmente, reduciendo el roce y la irritación causados por materiales más ajustados.
Además, la sensibilidad a los perfumes artificiales y a los químicos en los productos para la ropa y de uso cotidiano puede causar irritación en la piel. Así que, es aconsejable asegurarte de lavar tus prendas, en particular la ropa interior, con productos para lavar ecológicos que no contengan fragancias.
Cuida tu higiene personal
Mantener una buena higiene vulvar es clave para ayudar a mitigar la comezón en esta área. Limpia la zona íntima externa todos los días con agua tibia y un jabón sin fragancia, y evita el uso de duchas vaginales y productos con fuertes perfumes. Para una limpieza rápida cuando estés fuera de casa o después de tener relaciones sexuales, opta por las toallitas íntimas de algodón ecológico de Natracare. Recuerda: la vagina tiene la capacidad de autolimpiarse; por lo tanto, solo necesitas limpiar la parte externa, no el interior.
Si optas por bañarte, es importante que evites los baños de espuma con perfume y los aceites, cuidar que el agua no esté excesivamente caliente, y no prolongues demasiado el baño para no causar mayor irritación en la zona.
Ajusta tu dieta
Algunos alimentos pueden ayudar a reducir el picor en la vagina o en la vulva. Incorporar probióticos a tu dieta puede ayudar a eliminar una infección por hongos, la cual puede ser la causa inicial del picor, estimulando la proliferación de bacterias «buenas». Productos como el yogur, la kombucha y el kimchi son ricos en probióticos. Si prefieres, también puedes optar por suplementos probióticos de venta libre para obtener beneficios similares.
Utiliza productos menstruales que no contengan plásticos
Es crucial seleccionar los productos menstruales que mejor se adapten a ti, especialmente aquellos destinados al uso nocturno. Dado que los usarás por periodos de 6 a 8 horas, lo primordial es asegurar la máxima comodidad durante la noche. Opta por compresas que no contengan plástico, ya que el plástico de las compresas tradicionales impedirá que la piel respire y creará un ambiente húmedo y poco confortable. Las compresas que contienen perfumes y colorantes pueden irritar tu piel sensible. Por esta razón, las compresas Natracare se fabrican sin perfumes, colorantes ni plástico.
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Crea un ambiente fresco para dormir
Si a menudo te despiertas sudando, el exceso de calor podría ser el responsable de provocar el picor en la vulva por la noche. Considera abrir la ventana de tu habitación, usar un edredón o manta más livianos, o dormir con ropa fresca y holgada (si usas ropa para dormir) y así ayudarte a mantener una temperatura corporal más baja durante la noche. Tomar una ducha tibia antes de ir a la cama puede ayudar a reducir tu temperatura corporal, facilitando así un sueño más profundo y reparador.
¿Cuándo debes consultar con un médico por el picor de la vulva?
Aunque algunos casos de picazón en la vulva o en la vagina se pueden manejar sin necesidad de acudir a un médico, si los síntomas persisten más de unos días o si te preocupa tu salud, es recomendable buscar la opinión de un profesional sanitario. El picor en la zona genital puede deberse a múltiples causas que van desde el uso de detergentes aromatizados hasta enfermedades de transmisión sexual.
Si tienes alguno de los síntomas siguientes, además de picor persistente, pide cita con tu médico de cabecera o ginecólogo:
- ardor o dolor durante las relaciones sexuales o al orinar;
- inflamación o enrojecimiento de la vulva o de la vagina;
- llagas o granos en los genitales;
- flujo verde, amarillo o gris;
- flujo espumoso o similar al requesón; o
- mal olor.