Un estudio de YouGov facilitado por la marca de productos menstruales Natracare reveló que «el 73 % de las personas asume que solo las mujeres mayores sufren incontinencia urinaria». Esta suposición está muy extendida, cuando en realidad «una de cada tres mujeres sufre incontinencia en algún momento de su vida», a cualquier edad.
Además, tanto los hombres como las mujeres pueden verse afectados por la incontinencia urinaria. Puede producirse a lo largo del embarazo o después del mismo, o la pueden causar problemas de salud. Como parte de su investigación sobre el tema, Natracare ha hablado con personas que sufren incontinencia para entender cómo afecta a los jóvenes en particular.
Julie, de 34 años, explica: «Empecé a tener pérdidas de orina ocasionales durante el embarazo de mi primera hija, hace 4 años y las padezco desde entonces. Lo peor es cuando practico deportes, aunque también puedo perder orina cuando estornudo si tengo la vejiga un poco llena».
A los 26 años, Gaby empezó a sufrir incontinencia tras un periodo de problemas de salud que la obligaron a estar en silla de ruedas: «Por suerte, con la ayuda de la fisioterapia empecé a caminar de nuevo, pero empecé a sufrir incontinencia. Todos los ejercicios de Kegel del mundo no fueron suficientes para superarla. A los 26 años no debería tener incontinencia, y menos durante todo el día o mientras duermo. ¿Cómo se gestiona esto a mi edad?»
Independientemente de la edad o del sexo, la naturaleza de la incontinencia puede provocar vergüenza. La encuesta que Natracare1 llevó a cabo reveló que muchas personas se sienten demasiado avergonzadas para hablar de la incontinencia con un profesional sanitario. Sólo el 11 % de las mujeres encuestadas había hablado de la incontinencia urinaria con una amiga, y el 6 % con una persona enfermera.
«Es incómodo, es vergonzoso y cuando tienes la orina filtrándose por la ropa interior, dejas de sentirte una persona segura de ti misma», explica Gaby.
Julie añade: «Me gustaría que la gente supiera lo común que es y, por tanto, que se hablara más de ello. He tenido una o dos conversaciones con otras madres sobre el tema, y ha sido muy agradable el poder reírnos un poco y quejarnos de nuestras experiencias. Me ha ayudado a sentir menos vergüenza».
El estigma que rodea a la incontinencia también parece obstaculizar la elección del producto adecuado. Sorprendentemente, de las mujeres encuestadas que habían sufrido incontinencia, el 41 % había optado por utilizar compresas o protectores en lugar de productos especializados para la incontinencia, y más del 24 % no había utilizado nunca ningún producto para controlar las pérdidas de orina. Un informe de la Universidad de Leeds corrobora los resultados de la encuesta, al descubrir que algunas mujeres se sienten tan avergonzadas por la idea de la incontinencia que prefieren tener las bragas mojadas antes que utilizar nada.2
Las experiencias de Gaby coinciden con estas ideas: «Lo último que quería hacer era mirar los productos para la incontinencia, así que hice lo que la mayoría de las chicas de mi edad harían: usar compresas».
Como muchas, Julie suele tener productos a mano: «Cuando sé que voy a estar fuera todo el día, o que voy a llevar a los niños a cuestas, me pongo una protección extra, como un protector. Si estoy resfriada y estornudo o toso, suelo llevar compresas más absorbentes. Me niego a dejar de hacer deporte, a pesar de mi incontinencia urinaria, así que me pongo unas bragas para la menstruación para asegurarme de que estoy preparada».
Según Sharna Waid, de Natracare, el verdadero motivo de preocupación es si el estigma está afectando a las personas y a su recuperación del problema:
«Las investigaciones demuestran que el 84 % de las mujeres se curan de la incontinencia causada por el esfuerzo después de 6 sesiones de fisioterapia del suelo pélvico y, sin embargo, las mujeres esperan una media de siete años antes de buscar ayuda. El hecho de que la mayoría de la gente asuma que sólo las mujeres mayores padecen incontinencia perpetúa la vergüenza y el estigma en torno a esta afección, por lo que debemos hacer más para normalizarla entre las personas jóvenes y educarles desde una edad más temprana. Durante nuestra investigación hemos comprobado que la gente está realmente dispuesta a compartir sus experiencias, por lo que esperamos amplificar sus voces y ayudar a otros a buscar ayuda más rápido».
Referencias
- YouGov Plc, 2018. Todas las cifras, salvo que se indique lo contrario, son de YouGov Plc. El tamaño total de la muestra fue de 2182 adultos. El trabajo de campo se realizó en diciembre de 2018. La encuesta se realizó en línea. Las cifras han sido ponderadas y son representativas de todos los adultos de Gran Bretaña (mayores de 18 años).
- Dani Barrington, Dra. Lena Jaspersen e Isobel Sale, Universidad de Leeds, 2019 – Breaking the Silence On Women’s Experiences of Urinary Incontinence, [PDF].
Notas a los editores
Natracare es la primera empresa del mundo que ofrece tampones de algodón orgánico certificado sin plástico, además de compresas y protectores íntimos totalmente libres de cloro. Los productos Natracare son biodegradables y pueden incluso convertirse en abono. Susie Hewson creó la marca en 1989 en respuesta al creciente peligro que suponía para la salud humana y el medio ambiente la contaminación producida por las dioxinas en las industrias de fabricación de pulpa con el blanqueo con cloro de los productos de papel.
