Rara vez se habla de ella, pero la incontinencia afecta a millones de personas, en distintos momentos de la vida y por diversas razones. Por eso, creemos que es importante conversar sobre ella. Alrededor del 17 % de las mujeres y el 16 % de los hombres mayores de 18 años padecen de vejiga hiperactiva (VH) y se calcula que 12,2 millones de adultos tienen incontinencia de urgencia.
Imagínate esta situación: estás volviendo de hacer compras y, a medida que te vas acercando a tu casa, sientes unas ganas irrefrenables de orinar. Esta urgencia te distrae y eres incapaz de concentrarte en otra cosa. Llegas a la puerta de tu casa y ¡claro!, corres al baño lo más rápido posible. Incluso algunas veces, mientras corres para ir al baño, se te escapa un poco de orina antes de que puedas llegar.
Esto se conoce como «incontinencia de llavero» o «síndrome de la llave». Describe la sensación abrumadora que siente la persona de tener que orinar en cuanto llega a casa, o a un lugar que le resulta familiar, y está relacionada con la incontinencia de urgencia.
¿Cuáles son los signos que indican posible incontinencia de llavero?
Sentir una necesidad urgente e inesperada de orinar es uno de los signos de la incontinencia de llavero y de la incontinencia de urgencia. La sensación será abrumadora y no se podrá retrasar el momento de ir al baño.
¿Qué causa la incontinencia de llavero?
Una causa común de la incontinencia de llavero es la vejiga hiperactiva. Suele ser el resultado de la hiperactividad del músculo detrusor. Este es el músculo que controla la vejiga. La vejiga hiperactiva puede ser el resultado de tomar medicamentos que aumentan la producción de orina o de no poder vaciar la vejiga por completo. Otras causas pueden ser: infecciones (por ejemplo, ITU), daños en los nervios, el uso de ciertos tipos de medicamentos o el consumo de alcohol o cafeína.
Además de sentir la necesidad física de orinar, algunos especialistas creen que hay indicios que sugieren que la incontinencia de llavero puede ser un comportamiento aprendido. Piense en el «perro de Pavlov». La psicoterapeuta Ginnie Love explica que «tan solo el mirar un objeto que relacionamos con una acción puede desatar el proceso del cerebro que hace sentir una necesidad más urgente de experimentarlo, todo ello de forma subconsciente». De ahí que ver la puerta de tu casa actúe como desencadenante para sentir la urgencia de ir al baño.
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¿Qué puedo hacer para controlarlo?
Si tienes la vejiga hiperactiva, es posible que a veces sientas vergüenza o que te cohíbas, pero queremos normalizar la conversación sobre este tema. Hay cosas que puedes hacer y que te pueden ayudar, pasos que puedes dar a modo de medidas preventivas.
- Haz ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico. Estos ejercicios se llaman ejercicios de Kegel.
- Limita el consumo de cafeína y de alcohol. Sé consciente de tu consumo y contrólalo.
- Controla las afecciones crónicas si las tienes, como la diabetes, que puedan contribuir a los síntomas de vejiga hiperactiva.
- Habla con tu médico sobre cualquier problema de incontinencia urinaria para que puedas recibir ayuda médica.