Un estudio reciente revela que un solo tampón convencional libera en promedio 9400 millones de fibras nanoplásticas. Natracare ha reflexionado sobre este descubrimiento y, considerando también el conocimiento sobre las fragancias artificiales y el blanqueamiento con cloro que a menudo se utilizan en la producción de productos para el periodo, surge una pregunta: ¿por qué no existe todavía una regulación sobre los ingredientes de estos productos?
El estudio, realizado por la Universidad de Middlesex, examinó 24 marcas de tampones. Encontró que 12 de ellas contenían fibras de plástico sintético, mientras que 7 de estas marcas liberaban microfibras de plástico. Este hallazgo no sorprende, ya que los plásticos son ubicuos en los productos menstruales. Lo preocupante es que no hay regulaciones que prohíban su uso o que obliguen a los fabricantes a listar todos los ingredientes.
Desde la perspectiva de la salud, la liberación de nanoplásticos en la vagina plantea riesgos potenciales para quienes usan tampones. Dado que el 60 % de las mujeres y personas menstruantes británicas compran tampones, la mayoría de ellas podrían estar expuestas a este riesgo de liberación de fibras plásticas y los consiguientes peligros para la salud.
Además, según el estudio, se estima que cada año se liberan al medio ambiente hasta 155 quintillones de estas fibras nanoplásticas. Esto no solo contamina la tierra, sino que también afecta todas las aguas que componen la hidrosfera de nuestro planeta. Es importante destacar que los nanoplásticos permanecerán en el medio ambiente de forma persistente, llegando incluso al punto de ser ingeridos por personas y animales.
El problema de los nanoplásticos y otros plásticos en productos menstruales es multifacético: representa una preocupación ambiental y de salud, pero también es un problema de transparencia, ya que las marcas no están obligadas a listar todos los ingredientes, privando a los consumidores de la capacidad de tomar decisiones informadas sobre lo que están usando.
El año pasado, Natracare se asoció con la Women’s Environmental Network para iniciar una petición que busca cambiar esta situación. El objetivo es exigir a las marcas de productos de higiene femenina que enumeren de forma clara y completa sus ingredientes, permitiendo así a los consumidores saber si contienen fragancias artificiales u otros componentes dañinos. Este estudio subraya la urgente necesidad de regulaciones en este sentido.
Las personas menstruantes no solo podrían estar comprando productos para el periodo con perfumes sin saberlo, sino también marcas de tampones que liberan plásticos y nanoplásticos al usarlos sin su conocimiento.
Te invitamos a visitar la petición aquí: Ingredients should be listed on period product packaging #PeriodNonScents
Referencias
- Environmental Science: Nano, 2022 – Release of microplastic fibres and fragmentation to billions of nanoplastics from period products: preliminary assessment of potential health implications
- ¿Por qué Natracare? – Pérdida de fibra en tampones
Notas a los editores
Natracare es la primera empresa del mundo que ofrece tampones de algodón orgánico certificado sin plástico, además de compresas y protectores diarios totalmente libres de cloro. Los productos Natracare son biodegradables y pueden incluso convertirse en abono. Susie Hewson creó la marca en 1989 en respuesta al creciente peligro que suponía para la salud humana y el medio ambiente la contaminación producida por las dioxinas en las industrias de fabricación de pulpa con el blanqueo con cloro de los productos de papel.